Hasta hace poco, perder un empleo a tiempo parcial en España no solo suponía quedarse sin ingresos, sino también recibir un subsidio recortado por parte del SEPE. Quienes trabajaban media jornada y solicitaban la ayuda por desempleo veían reducida su prestación de forma proporcional.
Por ejemplo, si la cuantía estándar del subsidio era de 480 euros, a quienes habían trabajado al 50 % solo se les asignaban 240 euros.
Esta desigualdad ha llegado a su fin. Desde el 1 de abril de 2025, con la entrada en vigor de la reforma impulsada por el Real Decreto-ley 2/2024, todos los trabajadores, sin importar su jornada anterior, podrán cobrar el subsidio íntegro si cumplen los requisitos.
Se eliminan así los llamados “subsidios parciales”, una medida que llevaba años generando controversia entre colectivos laborales y expertos en políticas sociales.
Así funciona el nuevo subsidio por desempleo: más dinero, por más tiempo
El nuevo sistema no solo elimina la discriminación por jornada, sino que además mejora las cuantías a percibir. El subsidio sigue estando vinculado al IPREM, pero se introduce una escala para aumentar la ayuda al inicio.
En los primeros seis meses, los beneficiarios recibirán el 95 % del IPREM, lo que equivale a 570 euros mensuales en 2025.
En el segundo semestre bajará al 90 % (540 euros), y después se mantendrá en el 80 % (480 euros) hasta que finalice el periodo total de la ayuda. Para poder acceder, se deberán cumplir los requisitos tradicionales: haber agotado la prestación contributiva, no tener rentas superiores al umbral establecido y, en determinados casos, contar con cargas familiares.
Esta nueva fórmula supone un alivio para miles de personas que, tras perder un empleo precario, tenían que subsistir con ayudas mínimas.
Ahora, al menos durante los primeros meses, el apoyo económico es más sólido.
El caso de Andrés: de cobrar 240 a 570 euros al mes gracias a la nueva ley
Para entender mejor el impacto de esta reforma, basta con mirar casos reales como el de Andrés. Trabajaba como auxiliar administrativo en una aseguradora, con un contrato de media jornada que duró un año.
Tras agotar el paro, solicitó el subsidio por desempleo en noviembre de 2024. Con la legislación anterior, le habrían correspondido solo 240 euros mensuales.
Sin embargo, gracias a la reforma, comenzó a cobrar 570 euros al mes durante los seis primeros meses. Este cambio le ha dado un respiro importante mientras busca una nueva oportunidad laboral.
Casos como el suyo ilustran cómo una medida administrativa puede cambiar radicalmente la situación económica de miles de trabajadores. La reforma del SEPE no solo corrige una injusticia histórica, sino que también da un impulso a quienes más lo necesitan en un momento de vulnerabilidad.